La
información desagregada muestra que el resultado positivo en el tránsito de
vehículos ligeros fue influenciado por las celebraciones que se realizaron con
motivo del Día del Padre, fiesta del Inti Raymi y fiestas patronales de San
Pedro y San Pablo en diferentes regiones del país, sumado al feriado largo, que
impulsó la actividad turística, comercial y recreativa.
Sin
embargo, respecto al tránsito de vehículos pesados, la AAP explicó que la
disminución en su circulación estuvo determinada por el desempeño negativo de
los sectores construcción, agropecuario y manufactura, que demandaron menores
servicios de este tipo de vehículos para la distribución de sus productos; no
obstante, este resultado fue atenuado por la mayor demanda de transporte de
carga en los rubros concernientes a la actividad minera y comercio.
El gremio automotor, precisó que, en el primer
semestre del 2023, el flujo vehicular ha registrado un avance de 1.23%, por
debajo de lo observado en el primer y segundo semestre del 2022 (4.50% y 6.42%,
respectivamente), lo cual confirma que dicha variable se ha desacelerado, en
línea con lo mostrado por la economía nacional. Del mismo modo, el menor
crecimiento experimentado por el mencionado indicador en lo que va del presente
año se explicó por el descenso de la circulación de vehículos pesados, el cual
viene retrocediendo en 2.11% durante la primera mitad del año, fase afectada
por la caída de la inversión privada y el pobre desempeño de sectores
económicos importantes como construcción e industria manufacturera; a
diferencia del flujo vehicular de vehículos livianos, que al primer semestre
presenta un crecimiento de 3.94%. “Se espera que en la segunda parte de este
año las condiciones económicas mejoren y se observe una aceleración en los
diferentes indicadores; sin embargo algunos factores de riesgo podrían influir
negativamente en dicho pronostico, particularmente el Fenómeno de El Niño, que podría
intensificarse durante los últimos meses del 2023 o inicios del 2024, y del
mismo modo resulta necesario que el Gobierno tome las medidas necesarias que
impulsen el dinamismo, disminuya la incertidumbre e inyecte predictibilidad
sobre la política económica, ya que de no ser así existe una alta probabilidad
de que las expectativas empresariales no mejoren, y con ello no se recupere la
inversión privada”, finalizó la AAP.
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