En la
presentación de los resultados de la Segunda Encuesta Nacional Especializada en
Trabajo Infantil (ETI 2015), organizado por el Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Jefe del
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Dr. Aníbal Sánchez
Aguilar, reveló que en el año 2015, el 26,1% (1 millón 974 mil 400) de las
niñas, niños y adolescentes del país realizaron alguna actividad económica.
Participaron
en el evento, el Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Alfonso Grados
Carraro yel Director de la Oficina de la
OIT para los Países Andinos, Philippe
Vanhuynegem.
Esta actividad forma parte de la
Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil
(ENPETI) 2012-2021.
“En el área
rural, el 52,3% de la población de 5 a 17 años de edad participaron en la
actividad económica; mientras que en el área urbana fue 16,2%. Por grupos de
edad, el 12,1% de la población de 5 a 9 años trabaja, seguido del 29,3% de 10 a
13 años y el 40,5% de 14 a 17 años de edad laboran”, detalló Sánchez Aguilar.
También
indicó que fuemayor la participación de niños y adolescentes (27,7%) en la
actividad económica, siendo 3,5 puntos porcentuales más que en el caso de las
niñas y adolescentes (24,2%).
El Jefe del
INEI precisó que el trabajo infantil y adolescente comprende a las niñas, niños
o adolescentes de 5 a 17 años de edad que realizan una actividad económica al
menos una hora a la semana o tiene algún empleo fijo o negocio propio al que
próximamente volverán.
En el año
2015, el trabajo infantil es mayor en el grupo de niñas, niños y adolescentes
cuyos jefes de hogar se autoidentifican de origen quechua, aymara o nativos de
la Amazonía (47,6%), principalmente en el área rural (73,4%).
El INEI
informó que 1 millón 274 mil 100 (77,3%) realizaron trabajos peligrosos; de
estos, 71 mil 800 (5,6%) desarrollaron trabajos forzosos. Por área de
residencia, en el área rural, el 34,2% realizaron trabajos peligrosos, mientras
que en el área urbana, el 10,2%.
Por otro
lado, 399 mil 100 (5,3%) niñas, niños y adolescentes desarrollaron tareas
domésticas de carácter peligroso.
En el área
rural, de cada 100 niñas, niños y adolescentes que trabajan, 70 lo hacen en
actividades agrícolas. En el área urbana, destaca las ventas al por menor,
ayudante de cocina, abarrotes con el 35,3%.
El
complementar el ingreso familiar es la principal razón por la cual las niñas,
niños y adolescentes trabajan (27,0%); le siguen para adquirir habilidades y
destrezas con 19,8%; ayudar en el negocio familiar con el 18,3%, entre otros.
El promedio
de horas de trabajo infantil a la semana es de 14 horas con 19 minutos. Es
mayor en los hombres (15:12 horas/minutos), en el grupo de 14 a 17 años de edad
(17:10 horas/minutos), en el área rural (15:02 horas/minutos) y en la Selva
(15:59 horas/minutos).
Uno de los
aspectos negativos del trabajo infantil es que perjudica la asistencia y el
rendimiento escolar de las niñas, niños y adolescentes; así, los resultados de
la Segunda Encuesta Nacional Especializada de Trabajo Infantil 2015 indican que
los que trabajan registran una asistencia escolar de 93,0%, en tanto que los
que no trabajan 96,5%.
Por otro lado,
la tasa de repitencia escolar es más alta entre las niñas, niños y adolescentes
que trabajan (29,1%), siendo 11,2 puntos porcentuales más que en los que no
trabajan (17,9%). En el área urbana la tasa de repitencia es de 23,2% en las
niñas, niños y adolescentes que trabajan, en tanto que entre los que no
trabajan es el 15,2%. Igualmente, en el área rural la tasa de repitencia es más
alta entre los que trabajan (35,4%), que entre los que no trabajan (32,5%).
Un aspecto
importante que reveló la ETI 2015, es que la gran mayoría de niñas, niños y
adolescentes que trabajan viven en hogares biparentales (72,1%), es decir, con
la presencia de ambos padres. El 21,5% vive con uno de sus padres (hogares
monoparentales), el 4,2% vive con los abuelos sin la presencia de los padres y
el 2,1% con otros parientes.
Cabe
mencionar que son los padres o familiares los principales beneficiarios del
trabajo de las/los adolescentes (65,4%); mientras que el 14,2% labora para sí
mismo.
El INEI dio a conocer que el 50,6% de los hogares
de las niñas, niños y adolescentes que trabajan fueron afectados por
situaciones adversas (hogares afectados por sequía o inundación,
temblores/terremotos, deslizamiento de tierra/ huayco, heladas, incendios
forestales, epidemias, cierre de empresas debido a problemas económicos, baja
de precios agrícolas, huelga/ paros, terrorismo/ narco terrorismo, otros);
siendo esta proporción mayor en el área rural (70,2%), en la Sierra (64,0%) y
Selva (61,4%).
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